Procesamiento auditivo en trastorno del espectro del autismo: artículo de revisión.

Nov 2022 

En este artículo de revisión de O’Connor (2012) se presentan resultados de numerosas investigaciones donde se evidencian las dificultades para procesar e interpretar la información auditiva en niños/as con trastorno del espectro autista (TEA). 


Para la mayoría de nosotros, la habilidad de comunicar e interactuar con otros es un proceso intuitivo que no requiere gran esfuerzo. Sin embargo, para individuos con TEA, comunicar y entender a los demás resulta complicado. La etiqueta TEA engloba diferentes trastornos del desarrollo caracterizados por una deteriorada capacidad para la interacción social y la comunicación, presentación de conductas repetitivas y seguimiento estricto de rutinas. Se ha intentado explicar las dificultades de comunicación de los individuos con TEA desde muchas teorías cognitivas, que se dividirían entre las que proponen un déficit principal de la cognición social y aquellas que proponen una diferencia más general que afecta tanto al procesamiento de la información social como la información no-social. 


Respecto al procesamiento de la información auditiva en sujetos con TEA, se han llevado a cabo numerosas investigaciones utilizando estímulos auditivos que varían en complejidad y tipo (estímulos relacionados o no con el lenguaje). Los principales resultados expuestos en este trabajo de revisión se resumen a continuación. 


En primer lugar, los estudios conductuales muestran un procesamiento anómalo de los diferentes componentes de la información auditiva. Los sujetos con TEA presentarían una mayor discriminación de tono y volumen (intensidad). Sin embargo, a medida que aumenta la complejidad espectral o temporal de los estímulos y se requiere de operaciones cognitivas superiores, estos sujetos presentarían un peor desempeño comparado con los grupos control. Además, los resultados muestran una reducida capacidad de orientación hacia los estímulos auditivos y un procesamiento deteriorado de la prosodia, especialmente cuando se presentan claves afectivas y expresiones verbales más complejas. Asimismo, los sujetos con TEA presentan una mayor dificultad en el procesamiento de la información auditiva en presencia de ruido de fondo en comparación con sujetos con desarrollo típico. 


Lo estudios de neurofisiología han evidenciado diferencias en latencia (mayor) y amplitud (menor) en prácticamente todos los componentes de los potenciales evocados auditivos de latencia larga: N1, P1, N2, potencial de disparidad o mismatch negativity (MMN) o P300 entre los principales, añadiendo evidencia al procesamiento auditivo deficitario o más lento comparado con sujetos controles. Cada uno de los potenciales descritos en este artículo se relacionan con diferentes funciones cognitivas, desde respuesta de orientación (N1), detección y decodificación inicial del estímulo (P1), discriminación reconocimiento, percepción y clasificación del estimulo acústico (N2), codificación automática (preatencional) de un cambio acústico (MMN), hasta los componentes más atencionales y detección consciente del cambio (P3) y la integración de la información del habla con las representaciones semánticas en la memoria a largo plazo (N400). 


En referencia a los potenciales evocados auditivos de tronco cerebral, las investigaciones muestran también latencias más prolongadas, especialmente en la onda V o las latencias interondas (interpeak) III-IV en comparación con grupos control. 


Los resultados de diferentes estudios con resonancia magnética funcional han mostrado una menor activación de las regiones fronto-temporales izquierdas ante información auditiva en sujetos con TEA. Algunos estudios complementan este hallazgo con una correlación entre mejores valores en lenguaje receptivo y función comunicativa y una hiperactivación del hemisferio derecho, lo que reflejaría mecanismos compensatorios. 


Los resultados analizados sugieren que las deficiencias en el procesamiento auditivo serían inherentes al TEA. Una tendencia general de los estudios recogidos en este artículo de revisión es que los sujetos con TEA presentan mayores problemas de procesamiento de información auditiva compleja, que serían más severos para estímulos del habla frente a otros estímulos sonoros. Los estímulos del habla están asociados a procesos cognitivos más complejos como comprensión, ironía o percepción de la prosodia. Estos déficits podrían reflejar una conectividad neuronal más débil o circuitos del procesamiento de la información verbal menos desarrollados.


Referencia: 


O'Connor K. (2012). Auditory processing in autism spectrum disorder: a review. Neuroscience and biobehavioral reviews, 36(2), 836–854. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2011.11.008