
Depresión y procesamiento auditivo.
Agt 2020
En el capítulo de Bruder et al. (2012) se hace una revisión de estudios que investigan alteraciones en diferentes potenciales evocados auditivos en personas con depresión.
Se han descrito dificultades de concentración, atención y otras funciones cognitivas como memoria o control ejecutivo en personas con depresión. Asimismo, existe una creciente evidencia de una afectación del procesamiento de la información auditiva. El registro de potenciales evocados es una forma no invasiva de estudiar los déficits cognitivos en trastornos depresivos. Por ejemplo: un procesamiento sensorial/atencional temprano se reflejaría en el potencial N1, mientras que una evaluación cognitiva más tardía se reflejaría en el potencial P3 o P300.
Numerosos estudios de electrofisiología presentan una tendencia de los pacientes con depresión a mostrar una mayor latencia (que indicaría enlentecimiento cognitivo) y una reducción en las amplitudes del potencial P300 (P3b) en tareas Oddball en comparación con controles sanos. Esta reducción sería más evidente en subtipos de depresión como depresión mayor con rasgos melancólicos, con síntomas psicóticos, o en pacientes depresivos con intentos de suicidio. La reducción del potencial P300 se normalizaría después de un tratamiento satisfactorio.
En tareas auditivas más complejas, como de procesamiento de tonos complejos, se ha mostrado de forma más consistente una reducción en la amplitud del potencial P300 en pacientes con depresión no medicados, así como una ausencia de ventaja (o asimetría hemisférica) del oído izquierdo. Resultados de pruebas de escucha dicótica sugieren una disfunción temporo-parietal del hemisferio derecho. Esta menor activación del hemisferio derecho también se ha relacionado en otros estudios con una falta de asimetría hemisférica en el potencial N2.
En general, una reducción de la amplitud del potencial P300 (P3b) se relacionaría con regiones temporo-parietales involucradas en la actualización del contexto, memoria y procesamiento emocional. En cuanto a potencial P3a (o de novedad) estaría reducido en pacientes con depresión, indicando un déficit en cambio de atención (orientación) y evaluación de sonidos del entorno. Por otra parte, el potencial P3a presenta una amplitud mayor en pacientes con ansiedad.
A pesar de que algunos estudios han reportado una reducción en la amplitud de N1, la mayoría no han encontrado diferencias entre pacientes y controles. También se han encontrado resultados contradictorios (amplitudes mayores, menores o iguales) respecto al mismatch negativity (MMN; subcomponente de N2) dependiendo de la tarea, medicación o características clínicas de los pacientes.
Como se ha comentado al inicio, se han relacionado disfunciones prefrontales con la depresión, incluyendo funciones ejecutivas, de memoria y atención (por ejemplo, un cambio en la atención producido por la información auditiva inesperada). Además, estudios con tareas de memoria han evidenciado una peor memoria episódica verbal, que podría estar relacionada con un déficit en áreas prefrontales y temporales mediales, especialmente el hipocampo.
Por último, así como las personas con depresión presentan alteraciones en la percepción y procesamiento auditivo, una pérdida de audición puede llevar a presentar síntomas depresivos, de estrés o ansiedad. En un estudio de Jayakody ey al. (2018), se demostró que tanto las pérdidas auditivas en 0.5-4KHz (que contienen vocales y consonantes críticas para la comprensión del habla), como en las frecuencias > 4KHz (consonantes que contribuyen a la claridad/discriminación), estaban significativamente asociadas a síntomas de salud mental, incluyendo rasgos depresivos y de estrés.
En conclusión, una mejora de la percepción y procesamiento auditivo podría ser beneficioso para personas con depresión. No solamente para el tratamiento específico de síntomas y la mejora a nivel cognitivo (atencional y de memoria), sino también por el conocimiento de la implicación de las áreas auditivas primarias en el procesamiento emocional y sus conexiones con áreas del sistema límbico (áreas principales del procesamiento emocional; Koelsch et al., 2018). Una buena salud auditiva podría además actuar como factor de prevención en el desarrollo de síntomas depresivos.
Referencias:
Bruder, G.E., Kayser, J., Tenke, C.E. (2012) Event-related brain potentials in depression: Clinical, cognitive and neurophysiologic implications. In S. J. Luck & E. S. Kappenman (Eds.), The Oxford Handbook of Event-Related Potential Components (pp. 563-592). New York: Oxford University Press©.
Jayakody, D., Almeida, O. P., Speelman, C. P., Bennett, R. J., Moyle, T. C., Yiannos, J. M., & Friedland, P. L. (2018). Association between speech and high-frequency hearing loss and depression, anxiety and stress in older adults. Maturitas, 110, 86–91. https://doi.org/10.1016/j.maturitas.2018.02.002
Koelsch, S., Skouras, S., & Lohmann, G. (2018). The auditory cortex hosts network nodes influential for emotion processing: An fMRI study on music-evoked fear and joy. PloS one, 13(1), e0190057. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0190057